Alma de calle, una aproximación romántica a la fotografía callejera.

«La fotografía callejera tiene la responsabilidad de recuperar aquellos rasgos que caracterizan a cada ciudad dándole una identidad única», David Fidalgo Martín.

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Autoretrato de David Fidalgo Martín

Vivimos en un momento agridulce de la fotografía. Por un lado, el auge de smartphones y redes sociales nos permiten compartir cualquier momento o visión de una manera instantánea a miles de personas; sin embargo, estamos perdiendo nuestra identidad a base de repetir una y otra vez las mismas reglas. Basta con abrir Instagram, y observar patrones que se repiten continuamente: selfies, fotos de comida y, lo que en nuestro caso nos ocupa, fotos clónicas de ciudades. Grandes urbes como Madrid, Barcelona, y Bilbao, están perdiendo toda su identidad a base de fotos clónicas de Gran Vías, Sagradas Familias y Guggenheims varios, perdiendo por el camino todas aquellas sensaciones que una buena fotografía aporta. Somos parte de esa rueda de lo simple, del rebaño que cuando viaja a ciudades como Londres, necesita una foto del Big Ben para aportar pruebas fehacientes de que se estuvo ahí, dejando de lado toda identidad individual de los callejones húmedos, su población multicultural, los suburbios, y en general todos aquellos pequeños detalles que hacen diferente a esa ciudad.

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«Domingo», Gran Via (Madrid). Por David Fidalgo Martín

La fotografía callejera tiene, en parte, la responsabilidad de recuperar aquellos rasgos que caracterizan a cada ciudad dándole una identidad única. No se trata de fotografiar preciosos atardeceres detrás de la escultura de turno, si no de aportar una visión diferente del lugar donde nos encontramos. Si nos fijamos en los grandes autores, nos encontramos personalidades como Jeff Mermelstein quien nos muestra Nueva York a través de personajes únicos inmersos en cotidiana locura, y luego en contraposición, tenemos la visión de Gus Powell, quien retrata la gran manzana centrándose mas en la composición y la armonía de los habitantes con su entorno. Maciej Dakowicz hace del Cardiff nocturno un vodevil de borracheras y situaciones estrambóticas, mientras que Trent Parke elige la luz mas dura de Sidney para proponernos fantásticos juegos de sombras. Diferentes visiones, con un punto en común: el fotógrafo es capaz de mostrarnos la esencia del lugar y llevarnos hasta allí. No hay un patrón estándar, un modelo de ciudadano, o un lugar representativo en ninguna de ellas, sin embargo somos capaces de conectar y quedarnos un rato mirando cada pequeño detalle que se nos muestra.

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«Mano de Dios», Ventas (Madrid). Por David Fidalgo Martín.

Es por ello que preguntas, aparentemente inconexas con términos fotográficos, como “¿A que huele este sitio?”, “¿Qué tipo de personas me puedo encontrar aquí?” o “¿Qué hace único a este lugar?”, cobran de una importancia relevante puesto que van aportar no solo bastante información del lugar en concreto, si no ese punto de sinceridad y complejidad que proporciona la Fotografía de Calle. Poner el foco en el fondo, y no en la forma, del entorno urbano nos permite alejarnos de los núcleos principales y conocer la parte cotidiana, pero inmensamente profunda, de la ciudad.

Animo a todo lector del artículo a ser diferente, investigar sobre los autores mencionados y, sobre todo, a plantearse estas u otras cuestiones que puedan aportar ese punto de sentimiento que toda fotografía debería tener… tal vez a partir de ahí empecemos a ver menos monumento de ciudad y mas alma de calle.

Todas las imágenes son propiedad intelectual de David Fidalgo Martín.

Si queréis averiguar más sobre él, visitad su web: https://bricksstreetphotography.com/

 

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5 comentarios

  1. Enhorabuena por tu artículo, creo que aportas una visión necesaria a la fotografía callejera. Salir a la calle y caminar, oler, ver y saborear, con todos los sentidos, hace que el resultado sea más bello y auténtico.

  2. Pedro Orihuela

    Que buen artículo, David.

    Verdades como puños que espero golpeen a muchos en su sensibilidad y hagan florecer el alma de artista adormecido que todos llevamos dentro.

    • Gracias Pedro,

      hay muchísimo que mostrar en las ciudades, lugares con mucha fuerza y sobre todo… únicos. Como tu dices, espero que remueva un poco, y se piense diferente, ganaremos todos.

  3. Me ha encantado el articulo, estoy de acuerdo en que hay que volver al origen y recuperar la esencia de la fotografía, menos filtros y más transmitir emociones.

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